Presentacion 1 Flashcards
(14 cards)
- El texto comienza señalando que en 2006, durante el debate sobre el cambio climático, la ganadería fue identificada como una de las principales causas de emisiones de GEI
Se destaca que en Francia, la agricultura contribuye significativamente a las emisiones de GEI, siendo el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) los principales contaminantes provenientes de la ganadería.
En este contexto, los impactos ambientales de la producción ganadera, especialmente en la producción de carne de vacuno se evalúan utilizando un enfoque llamado Análisis de Ciclo de Vida (ACV). El ACV ayuda a medir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de energía no renovable (NRE) en diferentes sistemas de producción ganadera como aquellos encontrados en Canadá, Irlanda, Estados Unidos, Australia y Francia.
Algunos estudios se basan en datos teóricos de modelos de granja, mientras que otros utilizan datos reales de granjas experimentales o del mundo real. Estas evaluaciones consideran varios factores, como el tipo de sistemas de producción ganadera, el uso de energía y los impactos ambientales asociados, como las emisiones de CO2.
Se destaca que en áreas agrícolas remotas, montañosas o deprimidas donde no hay alternativa de cultivo, la producción de carne de vacuno contribuye a convertir recursos no comestibles (pastos) en proteínas y nutrientes esenciales.
Se menciona que un tercio del hato bovino nodriza francés se encuentra en áreas de pastizales deprimidos en el Macizo Central.
Sin embargo los ganaderos de vacas nodrizas se enfrentaron a cambios en los precios y reformas en la Política Agrícola Común de la Unión Europea, lo que los ha llevado a aumentar el tamaño de sus hatos sin adaptar el número de trabajadores
lo que ha resultado en un aumento de la productividad laboral, lo que también ha generado la necesidad de adaptar los sistemas de producción para mantener los niveles de ingresos.
El objetivo de este estudio fue realizar una evaluación conjunta de los impactos ambientales (GEI y NRE)
y los desempeños económicos de los sistemas de producción de carne de vacuno nodriza basados en un conjunto de datos compilados de empresas agrícolas del mundo real.
Se utilizó una base de datos recopilada por el INRA, el Instituto Nacional Francés de Investigación Agrícola, que ha estado monitoreando el rendimiento de las explotaciones ganaderas desde la década de 1970. Esta base de datos, que se ha expandido con el tiempo, es una herramienta nacional importante para evaluar el rendimiento técnico y económico de las granjas.
A partir de 2010, también se comenzaron a recopilar datos sobre emisiones de gases de efecto invernadero y consumo de energía no renovable en cada explotación. En esta investigación se enfocaron en un grupo de 59 explotaciones ganaderas durante dos años consecutivos (2010 y 2011), todas especializadas en ganado bovino de carne o sistemas mixtos de cultivos y ganadería.”
Para evaluar las emisiones de GEI y el consumo de energía no renovable, se utilizó el análisis de ciclo de vida.
Este enfoque implica definir la función de producción, los límites del sistema, la unidad funcional (que cuantifica la función estudiada), el inventario e impacto de los flujos de recursos y consumibles del sistema de producción.
El límite del sistema abarca todas las actividades desde la producción agrícola hasta el momento en que los productos salen de la explotación.
Esto incluye tanto los impactos directos relacionados con las actividades de producción en la explotación como los impactos indirectos relacionados con la fabricación y transporte de todos los insumos necesarios para el sistema de producción. También se considera la captura y liberación de carbono relacionada con el uso de la tierra.
La unidad funcional utilizada para la evaluación fue el peso vivo producido durante un ciclo de producción de 12 meses.
Además, se consideraron los impactos ambientales generados por las actividades de las granjas en términos de servicios ecosistémicos, como la biodiversidad y la calidad del agua.
La Tabla 3 presenta las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en explotaciones de ganado Charolais durante 2 años, expresadas en kg CO2e/kglw. Las emisiones brutas de GEI tienen un promedio de 12.79 kg CO2e/kglw, con metano (66%), dióxido de carbono (19%) y óxido nitroso (15%) como principales contribuyentes
El proceso digestivo del ganado, el manejo del estiércol y la energía utilizada en la producción son las principales fuentes de estas emisiones. Se compensa un promedio del 21.2% de las emisiones brutas a través del almacenamiento de carbono. Las emisiones netas de GEI tienen un promedio de 10.06 kg CO2e/kglw, calculadas restando la cantidad de carbono almacenado de las emisiones brutas.
El diagrama de caja muestra la variabilidad en las emisiones brutas y netas de GEI, permitiendo visualizar la dispersión de los datos
Permite comparar las emisiones brutas y netas, lo que proporciona información sobre cómo diferentes prácticas agrícolas afectan las emisiones totales de GEI. Los valores extremos indican casos excepcionales de emisiones, lo que puede ser relevante para identificar prácticas agrícolas destacadas o áreas de preocupación ambiental.
La Tabla 4 es una matriz de distancia que muestra los coeficientes de correlación de Spearman entre varias variables relacionadas con las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y otros factores en las explotaciones ganaderas estudiadas. Los coeficientes de correlación de Spearman son una medida estadística que indica la fuerza y la dirección de la relación entre dos conjuntos de datos. Estos coeficientes varían entre -1 y 1, donde:
Un valor de 1 indica una correlación positiva perfecta, lo que significa que dos variables aumentan o disminuyen juntas.
Un valor de -1 indica una correlación negativa perfecta, lo que significa que una variable aumenta mientras que la otra disminuye.
Un valor de 0 indica que no hay correlación entre las variables.
Eficiencia en la producción: Existe una correlación negativa muy fuerte entre las emisiones brutas de GEI y las emisiones de CH4 por kglw con el peso vivo producido por Unidades de Ganado (LU). Esto sugiere que a medida que aumenta la producción de peso vivo por unidad de ganado, las emisiones de GEI tienden a disminuir, posiblemente debido a una mayor eficiencia en la producción de ganado.
Relación entre prácticas agrícolas y emisiones: Se observan correlaciones positivas entre las emisiones de CO2 y la compra de concentrados, así como entre las emisiones de N2O y la cantidad de fertilizante de nitrógeno aplicado por hectárea. Por otro lado, se encuentra una correlación negativa entre las emisiones de CO2 y la autosuficiencia alimentaria, sugiriendo que una mayor autosuficiencia puede asociarse con menores emisiones de CO2.
Compensación de carbono y tamaño de la explotación: La compensación de carbono está positivamente correlacionada con el porcentaje de pasto en la superficie de forraje, indicando que las explotaciones con más pasto pueden tener una mayor capacidad para almacenar carbono. Además, las emisiones netas de GEI por kglw están positivamente correlacionadas con el tamaño de la explotación, sugiriendo que las explotaciones más grandes pueden tener mayores emisiones netas por unidad de peso vivo producido.
Especialización en la producción de carne de vacuno: Se encuentra una correlación negativa entre la especialización en la producción de carne de vacuno y las emisiones netas de GEI por kglw, sugiriendo que las explotaciones más especializadas tienden a tener menores emisiones netas por unidad de peso vivo producido.
Importancia de la eficiencia en la producción para reducir emisiones: La correlación negativa entre las emisiones brutas de gases de efecto invernadero (GEI) y la producción de peso vivo por unidad de ganado sugiere que aumentar la eficiencia en la producción de ganado puede conducir a una reducción de las emisiones. Esto destaca la necesidad de implementar prácticas que mejoren la eficiencia en la conversión de alimentos en carne y maximicen la producción por unidad de ganado, lo que podría mitigar las emisiones de GEI sin comprometer la productividad.
Desafíos en la implementación de estrategias de mitigación a escala del sistema: A pesar de los esfuerzos para reducir las emisiones mediante estrategias dietéticas y ajustes en los insumos de nitrógeno, las investigaciones sugieren que estas medidas tienen un impacto limitado en la reducción de las emisiones totales de GEI a escala del sistema de producción. Esto subraya la complejidad de abordar el problema de las emisiones de GEI en la ganadería a través de enfoques individuales y destaca la necesidad de implementar estrategias integradas a escala del sistema que aborden múltiples fuentes de emisiones.
Integración de prácticas de mitigación sin comprometer la sostenibilidad global: Es crucial que las estrategias de mitigación de GEI en la ganadería no se realicen a expensas de otros aspectos importantes de la sostenibilidad agrícola, como la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas. Esto sugiere la importancia de desarrollar e implementar estrategias de mitigación que aborden los impactos ambientales sin comprometer la viabilidad económica de las explotaciones ganaderas, garantizando así la sostenibilidad global del sector ganadero.