Tema 48. La música vocal en el Romanticismo Flashcards
(30 cards)
La ópera del siglo XIX. Generalidades
Establecer unas características inamovibles sobre la ópera romántica es complejo por la diversidad de variables que parten del contexto de composición, del autor e incluso del propio título operístico. Uno de los cambios más importantes tiene que ver con el libreto y cómo libretistas y compositores buscan ahora un argumento único, con un tema que no se hubiese tratado con anterioridad. Ambos artistas trabajan en conjunto, como en el caso de Verdi, o son incluso la misma persona, como ocurre con Wagner, pero lo más importante es que el siglo XIX deja atrás la rivalidad entre texto y música que estaba vigente en el XVIII y se establece un diálogo en el que ambos confluyen. De esta búsqueda de unidad surgen elementos como la ‘parola scenica’ (palabra escénica) de Verdi, con la intención de concentrar la mayor cantidad de significado textual en el mínimo de palabras posibles para que los libretos no se extendiesen de forma exagerada.
Los temas de los argumentos operísticos también se modifican. Los dioses y los seres mitológicos reducen su presencia en favor de seres más humanos, que sufren, actúan en base a intereses personales y tienen comportamientos erráticos. Las cuestiones morales de la ópera del Barroco, en la que los buenos triunfan sobre aquellos que tienen una moral más dudosa, ya no están vigentes en el siglo XIX.
La instrumentación de la orquesta también aumenta, con el empleo de una plantilla orquestal mucho mayor que densifica la textura musical. Los recitativos tienden a desaparecer conforme avanza el siglo XIX, sobre todo el recitativo secco. También las estructuras formales prefijadas de números cerrados tienden a difuminarse en favor de estructuras más dinámicas, como podemos ver en los últimos títulos de Verdi, en el drama wagneriano y en las óperas de Puccini, por poner algunos de los ejemplos más famosos.
La ópera italiana en la primera mital del siglo XIX
La ópera italiana se había impuesto en toda Europa y los mayores recursos económicos y humanos se destinaban a este género que ocupaba una importante parte de los teatros nacionales, por lo que el auge de los nacionalismos trae consigo en el siglo XIX que numerosos compositores reivindiquen una escuela nacional propia de ópera, en contraposición a la italiana, y en consecuencia busquen diferenciarse de ella.
Simone Mayr y Niccolò Jommelli fueron los compositores que articularon el paso del siglo XVIII al XIX en la ópera italiana, tomando como base el tratado Saggio sopra l’opera in musica (1755).
El elemento fundamental de la composición de ópera italiana de la primera mitad del siglo XIX es la estructura escena ed aria, que alterna secciones estáticas y dinámicas, generalmente con la siguiente estructura: escena – cavatina o cantábile – tema di mezzo – cavaletta. También puede sufrir algunas modificaciones dependiendo si es un dúo o un número de conjunto quien la interpreta.
Fechas de Rossini, Bellini y Donizetti
Gioachino Rossini (1792-1868) Vicenzo Bellini (1801-1835) Gaetano Donizetti (1797-1848)
Elementos compositivos de Rossini
Entre los elementos compositivos de Rossini y que caracterizan su sonoridad y la concepción de sus óperas destacan:
- El crescendo rossiniano, en los que se repite un mismo motivo jugando con las dinámicas para ir desde el ppp hasta el forte rotundo.
- La utilización de números de conjunto en los que intervienen los solistas y el tutti orquestal para terminar el acto a modo de Finale. Una característica que es muy habitual encontrar también en la ópera del siglo XVIII.
- La introducción de un coro que cuenta con intervenciones solísticas muy breves.
La postura de Richard Wagner
La postura de Richard Wagner (1813-1883) con respecto a la ópera estuvo muy condicionada por los planteamientos nacionalistas antes comentados. La ópera italiana dominaba los principales centros de producción operística en Europa y Wagner pretendía crear un prototipo de drama enteramente alemán. Por ello, rechazó el virtuosismo de los cantantes en la ópera italiana, la utilización de números cerrados y la superficialidad de los argumentos.
El modelo que Wagner propone para el desarrollo de la ópera alemana es el drama musical. Para ello, las fuentes principales son la tragedia griega y la música sinfónica alemana, en especial la Sinfonía nº 9 de Beethoven, por la incorporación de la voz y de la palabra en el discurso sinfónico (Wagner: 2013). Wagner se refirió a este nuevo modelo de drama en música como “la obra de arte del futuro”, un nuevo concepto de teatro lírico que, como la tragedia antigua, incorporase de forma orgánica la presencia de todas las artes y huyese de las convenciones de la ópera italiana. Sobre esta idea Wagner teorizó en numerosos escritos, pero sobre todo en Ópera y drama (1851). Es precisamente esta faceta de pensador musical la que sitúa a Wagner al margen de otros compositores de ópera del siglo XIX.
Fechas Richard Wagner
1813-1883
Títulos más destacados de Wagner
Los títulos más destacados del catálogo de Wagner son: Rienzi (1838), El Holandés Errante (1841), Tannhäuser (1844), Lohengrin (1846), El Oro del Rhin (1853), La Walkiria (1854), Tristán e Isolda (1857-65), Los Maestros cantores (1867), Sigfrido (1851-1871), El Ocaso de los dioses (1874), Parsifal (1882).
¿Cuándo se estrena el Anillo del Nibelungo?
En 1876 en el Teatro de Bayreuth
¿En qué consiste la técnica del leitmotiv?
La técnica del leitmotiv es el recurso más distintivo de la composición de Wagner. Es un tema musical recurrente, generalmente de extensión reducida, que puede ser tanto instrumental como vocal y que puede modificarse según avanza el drama. Este tiene cierto significado asociado relacionado con un personaje, objeto o idea. Existieron otros modelos similares de idea fija (idée fixe) en compositores contemporáneos a Wagner, pero precisamente la diferencia de los leitmotive es su capacidad de cambio cada vez que aparecen bajo nuevas circunstancias, y se pueden introducir tintes cómicos, melancólicos, irónicos o grotescos.
Fechas Giuseppe Verdi
1813-1901
Sobre Giuseppe Verdi
La postura de Giuseppe Verdi (1813-1901) a mediados del siglo XIX se parecía bastante a la de Wagner, en el sentido de que ambos pretendían aportar a la ópera una renovación, que en el caso de Verdi se caracterizó por involucrar más a sus personajes desde una perspectiva humana, dar más credibilidad a las tramas y romper con el estatismo que la solita forma y los números cerrados imponían a la ópera.
Verdi fue también obsesivo a la hora de elegir los temas para sus óperas, que en su mayoría estaban respaldados por obras literarias previas (obras de teatro y novelas francesas) sobre las que trabajaba para llevarlas a escena junto a sus principales libretistas, Francesco Maria Piave y Temistocle Solera.
Verdi tuvo muchos problemas con la censura por la elección conflictiva de sus temas y sus personajes. Tuvo que omitir los suicidios en Attila y Ernani, y en Nabucco preocupaba que pudiese haber algún gesto litúrgico. Además de la censura, tuvo que lidiar con los máximos representantes locales en la producción operística italiana: los empresarios con mayor poder económico y los dueños de los teatros. Las convenciones operísticas burguesas le ocasionaron numerosos problemas para estrenar sus óperas que, muchas veces, tenían que sufrir modificaciones que el propio Verdi consideraba absurdas para poner distancia entre los asuntos que en ellas se debatían y la sociedad coetánea.
Se considera a Verdi un compositor de ópera tradicional porque, a diferencia de Wagner, nunca presentó en sus 26 óperas grandes rupturas. En materia formal, es habitual encontrar una organización de tres y cuatro actos y un prólogo. La temática amorosa nunca es el germen de las óperas de Verdi, sino que tienen más peso las tensiones políticas, sociales, las relaciones familiares o la lucha de clases e intrigas políticas.
Compositores que destacan en la corriente verista en Italia
Leoncavallo, Mascagni y Puccini
Lieder de Schubert
Dentro del catálogo de Franz Schubert se localizan alrededor de 600 obras que, o bien pueden presentarse solas o agrupadas en ciclos de distintas canciones. Destacan dentro de este corpus su fraseo simétrico el componente descriptivo y pictórico, tanto en la música como en el texto, que adquirió una trascendencia por encima de la música. Algunos de los ciclos más conocidos son Erlköning, La bella molinera, El canto del cisne y Winterreise.
Lieder de Schumann
Robert Schumann también cuenta con varios ciclos y obras sueltas de estas canciones, en los que predominan temas amorosos, sobre soledad o los viajes. Es importante su trabajo sobre textos de poetas tan destacados dentro del nacionalismo alemán como Heine. Algunos ejemplos de las composiciones de Schumann en este género son Dichterliebe, Eichendorff, Amor y vida de mujer, o Amor de poeta.
BIBLIOGRAFÍA Tema 48: Música vocal Romanticismo
Budden, J. (2002) Puccini: his life and works
Cardó, A. (2017) El Lied romántico alemán
Menéndez Torrellas, G. (2016) Historia de la ópera
Roselli, J. (1996) The life of Bellini
Roselli, J. (2001) Vida de Verdi
Wagner, R. (2013) Ópera y Drama. Madrid: Akal.
Primer Periodo de Verdi
(1839-1849) - Marcado por la influencia de Donizetti, el interés por la obra de Shakespeare y el uso de la “solita forma”. Obras de este periodo son Nabucco (42), Juana de Arco (46), Macbeth (47) y Luisa Miller (49)
Segundo Periodo de Verdi
(1851-1853) - Apela a los rasgos humanos de los personajes y emplea el recitativo arioso como sustituto del recitativo acompañado anterior. A este periodo pertenecen sus famosas Rigoletto (51), Il Trovatore (53) y La Traviata (53)
Tercer Periodo de Verdi
(1853-1871) - Se inspira en la Grand Opéra y trata temas de poder. Aumenta la espectacularidad y la exploración de los colores de la orquesta. Aquí situamos “I Vespri Siciliani” (53), Simon Bocanegra (57), La forza del Destino (62) y Aida (71)
Cuarto periodo de Verdi
(1871-1898) - Se puede observar la influencia de Wagner y algunos jóvenes compositores de ópera italiana. Sus obras principales son Otello (87) y Falstaff (93)
Rossini
Rossini llegó a ser considerado el compositor más famoso de la primera mitad del siglo XIX. Sin em-bargo, conforme el siglo XIX transcurría, sus obras fueron quedando relegadas y la historiografía de la música lo situó en un segundo plano. Rossini sentó las bases para el melodrama italiano de la primera mitad del siglo XIX italiano utilizado por Donizetti y Bellini.
Se tiende a pensar que Rossini fue un compositor de Opera buffa, pero lo cierto es que muchos de esos títulos desconocidos para la audiencia actual son títulos serios. Los tres modelos principales de ópera que aparecen en su catálogo son: ópera seria, ópera cómica y Grand opéra
Tres modelos principales de ópera en Rossini
- Ópera seria, un modelo del que Tancredi (1813), Otello (1816), Armida (1817) y La donna del lago (1819) son algunos ejemplos.
- Ópera cómica, al que pertenecen algunos de los títulos más representados como La scala di seta (1812), L’Italiana in Algeri (1813), Il Barbieri di Sevilla (1816), La Cenerentola (1817), La Gazza Ladra (1817). Le Comte Ory (1828).
- Grand Opéra, el modelo que mayor auge alcanzó en Francia, sobre la que se hablará más adelante, de la que Guillaume Tell (1829) es el mejor exponente rossiniano.
Bellini
El catálogo de Bellini es una excepción dentro de la enorme productividad de los compositores de ópera de esta primera parte del siglo XIX, ya que cuenta con tan solo 10 óperas. Bellini fue uno de los últimos exponentes de la escuela operística napolitana.
Entre las características que mejor definen su lenguaje compositivo está la utilización de “melodías largas, largas, largas” como las definiría posteriormente Verdi, en alusión al amplio fraseo que aparece en la línea vocal de los títulos operísticos de Bellini. También el uso del crescendo es un recurso habitual en la ópera de este compositor, pero a diferencia de Rossini, éste se construye por el incremento de la tensión armónica y no por repetición. Abundan en la ópera de Bellini, igual que en la de otros contemporáneos la presencia de escenas de locura, asociadas con las protagonistas. Entre los títulos más destacados de Bellini se pueden citar La sonambula (1831), Norma (1831) e I Puritani (1835).
Donizetti
El extenso catálogo de Donizetti, con 70 óperas, influyó de una forma importante en las primeras óperas de Verdi. Las convenciones de sus óperas siguen en la línea de lo planteado en el caso de Rossini, sobre todo en lo que a los números de conjunto se refiere, con la intervención de personajes y coro.
Donizetti alternó en su catálogo los títulos serios del melodrama italiano con la ópera buffa heredada del siglo XVIII. También la ópera con ambientaciones de carácter histórico y de estética gótica, propia del Romanticismo. El título más famoso de este estilo es Lucia di Lammermoor (1835), pero también Ana Bolena (1830) y Lucrezia Borgia (1833) se pueden incluir en él. Donizzetti se consideraba a diferencia de Bellini, un continuador de los antiguos operistas italianos, un “productor” de dramas musicales. Por ello no dudó en escribir al servicio de los excelentes cantantes del momento como lo hiciera Rossini y en adaptarse a los gustos de quienes le hubiesen encargado la ópera.
Habla sobre las principales obras de Wagner
Rienzi fue su primera ópera reconocida. Consta de 5 actos, en la línea de la tradición de la escuela francesa de la Grand opéra y de compositores como Meyerbeer y Spontini. Posteriormente renegaría de ella, conforme el modelo de drama se iba configurando.
Tannhäuser y Lohengrin constituyen su periodo como “ópera romántica”, anterior a la constitución del propio drama wagneriano, pero ya con un marcado distanciamiento de los temas y la concepción compositiva de la ópera italiana. El argumento hunde sus raíces en la estética medieval, el folklore y el simbolismo. Las secciones se suceden con continuidad, rompiendo con la tradición de los números cerrados. Además, Wagner usa insistentemente tonalidades o motivos identificativos, asociados a ciertos personajes.
El argumento de Tristán e Isolda bebe de la mitología bretona, de la Edad Media y del ciclo Artúrico. El concepto de drama musical ya se puede apreciar en este título, en el que el amor es el centro de toda la historia.
La tetralogía del Anillo del Nibelungo está formada por cuatro dramas: El Oro del Rhin, La Walkiria, Sigfrido, y El ocaso de los dioses. Wagner fue el autor de la música y del texto del Anillo. La historia se centra en la reelaboración del mito nórdico de Los Nibelungos, con sus héroes y hazañas, y sobre todo en las aventuras del héroe, Sigfrido.
En esta tetralogía, estrenada completa en el año 1876 en el Teatro de Bayreuth, se configura el modelo del drama musical que Wagner venía desarrollando durante largo tiempo. Asimismo, la concepción del Teatro de Bayreuth también debía alejarse de los planos de un teatro de herradura italiano.