Winnicott, D.W.: (1964/1968) “El juego del garabato y El valor de la consulta terapéutica”. Flashcards
(6 cards)
intro
Un paciente trae a la primera entrevista la capacidad de CREAR
● El profesional le brinda un encuadre para que pueda experimentar y explorar sobre la comunicación
○ Relación humana natural y flexible dentro de encuadre profesional donde el niño se sorprende a sí mismo al producir ideas y sentimientos que no estaban integrados a su personalidad total
Esta comunicación está referida a las tendencias emocionales específicas actuales pero con raíces en el pasado de la estructura de la personalidad y su realidad interna
Winnicott ha comprobado según su experiencia que debe asignársele un lugar especial a la primera entrevista.
Desarrolla una técnica destinada a utilizarse ante el material de la primera entrevista. Lo llama consulta terapéutica y lo define como una entrevista diagnóstica basada en la teoría de que no es posible efectuar ningún diagnóstico en psiquiatría si no es con la prueba de la terapia. El fundamento de este trabajo especial es la teoría de que un paciente ya sea un niño o un adulto trae a la primera entrevista una cierta capacidad para cre, que obtendrá ayuda y confiar en quien se ofrece
Psicoterapia para el autor:
La persona que desea ayudarle tiene que darle un encuadre estrictamente profesional en el que el paciente esté en libertad de explorar.
-La comunicación del paciente con el psiquiatra está referida a las tendencias emocionales específicas que tienen sus raíces en el pasado, o en la estructura de la personalidad del paciente y de su realidad interna personal
El especialista no necesita tanto ser inteligente sino ser capaz de proporcionar una relación humana natural y flexible dentro del encuadre profesional. La principal labor realizada será la de la naturaleza de la integración, posibilitada por la confianza en esa humana pero profesional relación, en forma de sostén.
Surgen oportunidades para la interpretación, pero deberían reducirse al mínimo o a veces omitirse. El
consultor debe trabajar en su ansiedad por abalanzarse sobre el material interpretándolo.
Al realizar la consulta terapéutica con un niño, es preciso ser capaz de usar con provecho el limitado
tiempo disponible, y tener listas las técnicas.
Con frecuencia aparecen casos que no tienen que ser derivados a asistencia social o psicoterapia. La mayoría de los niños cuentan con hogares y con una enseñanza escolar suficientemente buenos, aunque a veces hayan problemas clínicos agudos. Basta una pequeña ayuda ofrecida al niño para que a menudo mejoran todas sus relaciones.
El consultor tiene que estar preparado para utilizar cualquier técnica pero con base del jugar. El terapeuta debe ser capaz de jugar y de disfrutar con el juego.
juego del garabato
consiste en un método para establecer contacto con un paciente cuando es un niño. Socialmente es un juego reglado que pueden jugar dos personas. Pero su valor para la consulta terapéutica es que el consultor utiliza los resultados de acuerdo con lo que el niño quiere comunicar. Lo que mantiene el interés del niño es la forma en que se utiliza el material producido mientras se juega, ya que es un juego sin reglas. Este método es fácil de aprender y tiene la ventaja de que facilita enormemente la tarea de tomar notas escritas.
Diferencia entre esta técnica y el Test de Apercepción Temática (TAT)
: nuestra técnica no es un test, y en ella el consultor aporta su propio ingenio casi tanto como el niño.
-El hecho de que el consultor cumpla libremente con su papel en el intercambio de dibujos tiene gran importancia para el éxito de la técnica. El procedimiento no lo lleva al niño a sentirse inferior.
la tecnica
Una vez que llega el niño a la consulta, en el momento adecuado (por lo general es después de pedirle a la madre/padre que espere afuera), se le propone: “Juguemos a algo. Te mostraré a que me gusta jugar a mí.” En la mesa entre el niño y el terapeuta hay papel y dos lápices. Primero el terapeuta toma algunas hojas de papel y las rompe al medio, para dar la impresión de que lo que vamos a hacer no tiene importancia desmesurada, luego explica: “Este juego que a mí me gusta no tiene reglas. Simplemente tomo el lápiz y hago esto…
” mientras que mirando a otra parte traza un garabato a ciegas. Continúa: “Me dirás a que se parece esto que yo hago, o si puedes lo conviertes en alguna cosa. Después tú harás lo mismo para mí y veré si puedo hacer algo con lo tuyo.
La técnica se limita a eso. Es preciso aclarar que aun en esta etapa temprana el terapeuta es absolutamente flexible, de modo tal que si el niño quiere charlar en vez de dibujar, o jugar con juguetes, o hacer música, el terapeuta debe amoldarse a sus deseos.
Con frecuencia los varones quieren jugar a un “juego con puntaje”, un juego en que se gane o pierda
En las primeras entrevistas, el niño se suele amoldar al deseo del terapeuta, permitiendo un progreso. Pronto empiezan a recogerse beneficios y el juego prosigue.
los garabatos en si?
Con respecto a los garabatos en sí:
El terapeuta los hace mejor que los chicos, y estos son mejores que el terapeuta para el dibujo.
-Contienen un movimiento impulsivo.
-Son locos, a menos que los haga una persona sana. Por esta razón, a algunos niños les parecen aterradores.
-Son incontinentes, salvo por el hecho de aceptar limitaciones, y es así que algunos niños los consideran una travesura. Esto se vincula con el tema de forma y contenido. El tamaño y forma de la hoja es un factor que opera.
-En cada garabato hay una integración proveniente de la integración de lo que es parte de mí. No se trata de una integración típicamente obsesiva, la cual contendrá el elemento de la renegación del caos. Con frecuencia, el resultado de un garabato es satisfactorio en sí mismo, en cuyo caso es como un “objeto encontrado”. Por ejemplo, una piedra o un trozo de madera vieja es algo que un escultor encuentre y emplee como expresión. Esto tiene su encanto para los niños perezosos y echa luz sobre el significado de la pereza. Cualquier trabajo que se le agregue arruinara lo que empezó siendo un objeto idealizado. Todo esto se conecta con la etapa muy temprana de máxima dependencia, en la cual el self del bebe no está formado aún. Su yo es muy débil y recibe auxilio del yo de la madre. Él bebe empieza viviendo con el yo de la madre, que ella le presta mediante su adaptación a las necesidades del bebe.
En la psicoterapia se produce un lugar donde se superponen la zona de juego del niño y la zona de juego del adulto terapeuta, el juego del garabato es un ejemplo de cómo puede favorecerse esa interacción